Bendiciones
Escrito por: Alejandro García
viernes, 24 de febrero de 2017
"sanar las heridas emocionales de la infancia"
Las experiencias dolorosas que desarrollamos en la infancia conforman nuestras heridas emocionales en nuestra vida adulta Generalmente, nos cuesta afrontar problemas emocionales como humillaciones, abandonos, abuso sexual, o maltrato.
Lo cierto es que probablemente muchos de nosotros aún no hemos cerrado esas heridas, que siguen doliéndo y que intentamos enmascararlas con el maquillaje de la vida, o con una sonrisa falsa, tratamos de tapar esas heridas que apesar de tantos años sigue doliendo el alma.
Absolutamente todas nuestras experiencias nos enseñan algo. Es probable que te cueste aceptarlo, pues nuestro ego es especialista en crear esa barrera de protección que oculta nuestros problemas.
Lo cierto es que nuestro ego suele complicarnos la vida; sin embargo, son nuestros pensamientos y nuestros comportamientos los que nos la simplifican.
Todo cambio requiere de un gran esfuerzo, pero es necesario mirar de frente y afrontar que no estamos siendo nosotros mismos y que algo debe cambiar, que es momento de cerrar las heridas y decir fuera dolor y ser feliz.
Cuesta mucho sanar esas heridas de la infancia al momento de crecer, pues están grabadas en nosotros y es necesario sanarlas desde el interior
Te aconsejo algo para poder sanar las heridas habla con la persona que te ocasiono ese daño, ya sea tu papá o mamá, tus tíos o abuelos etc, te pongo un ejemplo, oye papá te acuerdas cuando me hiciste una fiesta de cumpleaños y que sin querer yo tire el pastel, y que me dijiste lárgate eres un estúpido incluso me golpeaste delante de todos, eso me dolió mucho y causo una herida muy grande en mi.
y automáticamente te pedirá perdón y esa herida de años sanará, te pedirá perdón si esa persona acepta el daño que te hizo, pero hay gente tan cerrada que te dice no, yo no hice eso tú eras un niño como te vas a acordar.
o cuando le dices a tu mamá esque me violaron y que tu mamá te dice como creés no mientas esa persona no era capaz de hacer eso, y tú dices perdón mamá pero es verdad esa persona me hizo daño, me acuerdo perfectamente, tú sabes lo que yo sentía cada que esa persona entraba a mi recamara y abusaba de mi. me lastimaba y yo lloraba y le decía que ya no, me sentí sol@ mamá.
y aún así tu mamá sigue sin creer, no hagas caso, tú sana tu herida si tu mamá te cree que bien si no no hagas caso.
Tu sana la herida para poder Vivir el presente.
Hay gente que opina que revisar el pasado es una pérdida de tiempo y que lo importante es concentrarse en el presente. Muchos no podemos vivir el presente por heridas del pasado nace del miedo al dolor que produce recordar ese pasado. Esta huida hacia delante lo que produce es precisamente el efecto contrario de lo que se pretende lograr, ser feliz hoy, en este momento.
Una metáfora que podría ilustrar este mecanismo sería como si un alérgico al polvo va metiendo debajo de la alfombra toda la suciedad para no verla y piensa que así no le afecta.
Es cierto que no puedes cambiar el pasado, y no tienes como borrar esas experiencias que ya has vivido. Sin embargo, puedes cambiar la visión que tienes de esos hechos, puedes lograr que dejen de causarte daño y, sobre todo, puedes impedir que se conviertan en un obstáculo que te impida seguir adelante.
En muchas ocasiones, cuando se vive una experiencia particularmente dolorosa, las emociones toman el mando y dificultan pensar con claridad. Ese bloqueo emocional te impide analizar la situación con objetividad, es como si borrase de un plumazo todos los posibles aspectos positivos haciendo que te centres solo en los negativos, lo cual desencadena sentimientos de impotencia, rabia y tristeza.
En algunos casos, cuando sientes que la situación te sobrepasa, simplemente eres incapaz de aceptarla y ese recuerdo continúa generando emociones negativas que condicionan las relaciones que estableces con los demás o contigo mismo. Como resultado, aparecen problemas de autoestima y un profundo resentimiento con la vida o con las personas que te hicieron daño
Recuerda que lo importante no es lo que ocurrió, sino cómo tú lo vives ahora. El pasado ya no existe, lo que perdura es el recuerdo que guarda tu corazón y tu mente.
Sana las heridas de tu corazón entregalas a Dios y perdona, pero para poder perdonar a otros primero perdonate a ti, y no hables mal de la gente que te hizo daño tu perdona tú no eres quien para juzgar a nadie.
Si sanas heridas tú serás feliz.
ama la vida y no guerdes rencor a nadie
Sana las heridas de tu infancia, has las paces. con el pasado y de esa manera disfrutarás más tu presente.
Bendiciones
Escrito por: Alejandro García
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